Te espero en silencio, con los brazos abiertos
Y los ojos mirando al cielo,
Rogando que esta espera no sea en vano,
Rogando una estrella fugaz cruce el cielo para pedirte como deseo.
Te espero con temor a no tenerte jamás,
a ver que los sueños se estrellan en el suelo.
Esta espera es como una espina que se clava en el corazón,
Como la oscuridad en medio de la nada,
Como el silencio que amenaza.
Te espero sin saber si has de llegar algún día a mi vida,
Pero te espero igual,
Aunque el corazón se haga trizas cada noche
Y se reconstruya cada mañana para seguir esperando tu llegada.
Aquí estoy y no me iré,
Aunque deba esperar toda la vida,
Aunque este encuentro me sea negado,
Con el último suspiro de mi vida seguiré esperando.


Alonso Celina Susana
19/07/05
21.54 hs.
Las Heras (Santa Cruz)

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