Tú que observas sin cesar,
Que esperas mi llegada sabiendo que algún día te he de encontrarar,
Que en silencio miras mis lágrimas,
Sabiendo que serás quien me ayude a olvidarlas.
Tú que tienes los ojos limpios, el corazón puro,
Tú que espías por la ventana de mi alma,
Tú que me conoces sin siquiera conocerme,
Siempre supe que estabas,
Que a lo lejos, en algún sitio me esperabas.
A ti que mi alma reclama,
A ti te digo que cada día está mas cerca mi llegada.


Alonso Celina Susana
04/02/07 20.37 hs.
Las Heras


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